Estado, Mercado y Commons

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A principios del pasado mes de julio, el IGOP (Institut de Govern i Polítiques Públiques) y la Universitat Autònoma de Barcelona organizaron una serie de cursos que ponían el foco de atención sobre los commons. Bajo el título «Els Béns Comuns: una alternativa al Binomi Mercat-Estat?«, el programa estaba dividido en tres áreas diferentes (una por curso) donde los commons han ido ganado especial relevancia durante los últimos años: 1. commons digitales, 2. commons y democracia, 3. commons y economía social. Los asistentes y coordinadores de los cursos acabamos compartiendo aula de debate en una sesión final conjunta titulada «una visión integral de los commons». El principal objetivo de esta sesión era doble. Por un lado, intentar articular los diferentes marcos analíticos y casos de estudio que habían aparecido en los cursos. Por otro lado, entre las presentaciones iniciales, las aportaciones del equipo de coordinación y las intervenciones del conjunto de los participantes, la idea era intentar aportar algunas respuestas a la pregunta  ¿Es posible pensar los commons como la base de un modelo social más justo?.

Para compartir lo que ese día comentamos y para ver si podemos extender aquí la conversación sobre las dudas y reflexiones que aparecieron,  a continuación adjunto el texto de presentación de la jornada, los vídeos e imágenes de las presentaciones, así como algunos comentarios para situar cada una de las intervenciones (la mayoría son en catalán).


0. Introducción a la sesión «Una visión integral de los commons» (y preguntas inciales)

Los commons, en su raíz histórica, eran recursos naturales gestionados comunitariamente por clases campesinas. Es muy conocido el proceso por el cual, durante los siglos XVII y XVIII, el Parlamento Británico puso en marcha una serie de protocolos legales (los denominados enclosures) para privatizar estas tierras, rompiendo así uno de los principales medios de subsistencia de pequeños agricultores. Articulado con otros procesos de carácter violento y colonizador, se inició de este modo la «transición» a un modelo de producción y de orden social que conocemos como capitalismo.

La recuperación y actualización de los commons en diferentes discursos y prácticas cabe entenderlo como respuesta a la imposibilidad que está mostrando este modelo para hacer sostenible la existencia. A menudo entendemos los commons como un escenario que permite pensar alternativas al binomio Mercado-Estado, como un contexto de relaciones, producción y reproducción social basado en fuertes valores democráticos como la equidad y la justicia social. Estado liberal-democrático y mercado capitalista, dos instituciones que sin duda han marcado el ritmo de nuestro pasado y presente y que las prácticas comunales, en todo tipos de ámbitos de intervención (territorial, digital, biopolítica), quieren transformar, revolucionar o, incluso, poner en suspense.

En esta sesión ponemos sobre la mesa diferentes cuestiones que quieren ir a la raíz de las relaciones, interdependencias y confrontaciones entre Commons, Mercado y Estado; entre los commons y las estructuras formales bajo las cuales se ha construido el modelo social que habitamos. ¿Podemos diseñar modelos económicamente sostenibles basados en los commons?, ¿Qué papel pueden tener figuras como el Estado y los diferentes organismos públicos en el fomento de dichos recursos y modelos de organización?, ¿Podemos diseñar una visión de los bienes comunes que integre las diferentes capas necesarias para construir un nuevo modelo social?

 

1. Comunidades y relaciones con el mercado

1. 1 Rubén Martínez: Definición y origen de los commons (vídeo en castellano)

Reproduciendo ideas que ya aparecían en este blog, la parte inicial de mi intervención se centró en dar una definición de los commons que creo puede ser más o menos manejable. Para construir el marco teórico, parto de argumentos de autores y autoras como Garret Hardin, Elinor Ostrom, Karl Marx o Silvia Federici. Se definen entonces los commons como procesos de continua construcción y defensa de recursos bajo régimen de gestión comunitaria que se enfrentan a amenazas de privatización ya sea a través de los cercamientos históricos analizados por Marx o Federici como por actos de expropiación que se dan en la versión contemporánea del capitalismo bajo lo que David Harvey denomina «acumulación por desposesión«. Al final comento –sin demasiados matices– algunos casos que pueden entenderse como la búsqueda de formas de autonomía económica y política.

 

1.2 Enric Senabre: comunidades y economía distribuida Goteo.org (vídeo en catalán)

Enric Senabre presentó la plataforma Goteo, que se diferencia de espacios de crowdfunding al uso ya que centra su actividad en fomentar procesos de gestión comunitaria y la continua creación de una balsa compartida de recursos replicables. Para dar contexto sobre cómo ha surgido el diseño –tanto conceptual como técnico– de Goteo, Enric explicó las diferencias entre plataformas de microfinanciación (como Kiva) préstamos P2P (como Zopa) y crowdfunding (como kickstarter). Como explica Enric, Goteo combina crowdfunding y crowdsourcing puesto que tanto se puede hacer una contribución monetaria en un proyecto como ofrecer conocimientos o habilidades. Esta es la base bajo la que generar y fortalecer comunidades entorno a proyectos concretos y producir una economía distribuida.

 

1.3  Debate de la Primera parte

Durante este primer momento de conversación abierta, hablamos sobre las diversas definiciones que circulan sobre los commons así como las diferentes posiciones políticas a las que cada una puede responder. Algunas características otorgadas a los commons durante la presentación inicial suscitaron debate ya que no todo el mundo compartía que tengan que estar relacionados con una acción de defensa o que la constitución de las comunidades que los gestionan tenga que estar precedida de una amenaza sobre los recursos. A partir de estas cuestiones, dimos algunas vueltas sobre la existencia o no de recursos comunes que «no necesitan ser defendidos» y sobre la posibilidad o no de dar acceso público a un recurso bajo régimen comunitario dependiendo de sus características.



2. Aportaciones para una visión integral de los commons

 

2.1 Mayo Fuster: Implicaciones políticas de los commons digitales (vídeo en catalán)

Mayo Fuster explicó algunas ideas sobre las que ha investigado intensamente centradas en las formas de gobernanza de arquitecturas de participación online y en procesos de gestión y producción de commons digitales. Como ya hemos tenido oportunidad de debatir en otros foros, los commons digitales presentan unas características diferentes a los commons naturales, diferencias que en gran medida se ilustran en la ya clásica dicotomía: escasez (commons materiales)/ abundancia (commons inmateriales). Mayo, a través del análisis de Wikipedia, mostró aquellas formas de participación y de organización que funcionan en los commons digitales y que pueden ser un espacio de sugerencia para formas institucionales más rígidas.

 

2.2 Joan Subirats: Estado, Mercado y Commons (vídeo en catalán)

Joan Subirats, catedrático de ciencia política y profesor en la UAB, expuso diversos puntos claves sobre el papel de los commons en el actual momento de desarticulación del Estado de Bienestar y de la consecuente puesta en crisis del carácter público de las instituciones democráticas. Ordenando algunas de las reflexiones que habían aparecido en la sesión, Subirats señaló la importancia que de nuevo están tomando los procesos de «disidencia política» en los movimientos sociales. Percibidas en otro momento como acciones de menor valor estratégico que los procesos de «resistencia» e «incidencia», la producción de alternativas, la producción de autonomía que exceda al régimen capitalista, hoy parece más factible gracias a las la red y a las comunidades organizadas que comparten su código y sus modos de hacer. Esto sitúa en el centro la necesidad de plantear los commons como hipótesis política, como espacio de autorganización social y de búsqueda de respuestas a las urgentes demandas sociales.

 

2.3 Marc Martí: Economía social y commons (vídeo en catalán)

Marc Martí, Doctor en Políticas Públicas y Transformación Social y coordinador del curso centrado en economía social y su relación con los commons, sintetizó algunas de los puntos principales que se desarrollaron durante los días de impartición del curso que coordinadaba. Con una larga experiencia y con redes de cooperación que actúan en diferentes escalas, la economía social y las prácticas cooperativas son un escenario destacado desde el que poder pensar los commos como espacio de invención y experimentación de mercados alternativos al modelo hegemónico. Situando los recursos, comunidades y los modelos de gobernanza que caracterizan a la economía cooperativa, Marc planteaba la necesidad de vincular ambos imaginarios con el objetivo de consolidar una sociedad post-capitalista, tanto sus prácticas como sus marcos normativos.

 

2.4 Debate Final (y preguntas finales)

Para finalizar la sesión, abrimos de nuevo la conversación con todos y todas las asistentes, profundizando en ideas lanzadas en la mesa y añadiendo tantas otras. Una de los aspectos relevantes que se mencionaron de manera recurrente era la necesidad de, no solo pensar en modelos organizativos o en propiciar un cambio conducido por modelos de producción colectiva, sino la necesidad de repolitizar las estructuras de gobierno y de producción de riqueza. Pensar en los valores que la forma Estado o el espacio del mercado han de asumir, es decir, detallar los principios de igualdad y de justicia social que han de ser la interfaz sobre la que construir nuevas instituciones públicas (donde «lo público» no es el monopolio del Estado, sino su articulación con los commons) es un aspecto central que en ocasiones se asume como lugar común; una supuesta orientación política que tal vez no comparten las diferentes posturas que defienden, producen o reflexionan sobre los commons.

En ese sentido, es importante plantear si los dispositivos de contrapoder –donde no hace falta decir que las experiencias comunitarias y de autorganización tienen un papel central- han de partir de una alianza entre orientaciones políticas diferentes o si esos mismos vínculos y consensos pueden llevarnos a reproducir el modelo que se intenta subvertir.  ¿Procesos de convergencia entre posturas liberales y libertarias o procesos constituyentes que partan de una repolitización de las instituciones públicas? ¿Los commons como modelo organizativo que en su puesta en práctica produzca cambios incrementales o los commons como hipótesis política para producir un profundo cambio en las relaciones de poder? ¿Los commons como negacionismo de la forma Estado o los commons como posible vía para rearticular lo público-estatal?. Estas y otras preguntas se nos quedaron en la bandeja de entrada pero seguro que tanto en la teoría como en la práctica pronto nos volveremos a encontrar con ellas.

 

19 comentarios sobre “Estado, Mercado y Commons”

  1. Me veré los vídeos con detenimiento.

    Me interesan las preguntas finales. Yo elijo: «¿Procesos de convergencia entre posturas liberales y libertarias o procesos constituyentes que partan de una repolitización de las instituciones públicas?» Convergencia liberal/libertaria. » ¿Los commons como modelo organizativo que en su puesta en práctica produzca cambios incrementales o los commons como hipótesis política para producir un profundo cambio en las relaciones de poder?» No estoy seguro de entender claramente la pregunta (o su intención), pero transformación de las relaciones de poder. Lo más distribuido posible. «¿Los commons como negacionismo de la forma Estado o los commons como posible vía para rearticular lo público-estatal?» Más lo primero que lo segundo. Para lo que quede útil del «estado» (me vale ayuntamiento como estado), lo segundo.

    Asumiendo, claro, que el fuste torcido de la humanidad dificulta seriemante tomarse seriamente ningún modelo al ciento por ciento.

    1. buenas Gonzalo, pues la pregunta ” ¿Los commons como modelo organizativo que en su puesta en práctica produzca cambios incrementales o los commons como hipótesis política para producir un profundo cambio en las relaciones de poder?” la extraigo del debate final, del último vídeo del post. Más o menos, indica la confrontación de dos posturas que comento de manera esquemática a la vez que opino sobre esta y el resto de preguntas:

      Por un lado, habría una postura más operativa o implementativa que ve el cambio «en la puesta en práctica» de ciertas teconologías y modelos organizativos. Algo que puede ocurrir –o así se narra– en el uso de arquitecturas de producción colectiva, ya sea sea wikipedia o una wikiconstitución. Ahí parece que la propia arquitectura ordena de manera equitativa a los actores sociales, el propio método incrementa la equidad o la participación.

      Por otro lado, habría otra postura, más normativa, que parte de la necesidad de una correlación de fuerzas que imponga una necesaria redistribución inicial ya que no todos/as partimos de las mismas condiciones. Y son esas condiciones las que no te permiten deliberar (ni vivir) ya que no tienes ni tiempo ni espacio para hacerlo. Vamos, que no tienes las cuotas mínimas de libertad como para andar «poniendo en práctica» absolutamente nada. De ahí que, en esta segunda postura, se planteen los commons no como mero modelo organizativo, sino como una hoja de ruta para conseguir una redistribución de los recursos y los medios que puedan dotarnos de mayor autonomía. La moraleja sería algo así como: conquistadas esas condiciones iniciales, estupendo poder deliberar bajo arquitecturas colectivas tanto como se pueda.

      Y, claro, respecto a “¿Los commons como negacionismo de la forma Estado o los commons como posible vía para rearticular lo público-estatal?” para conseguir lo que acabo de comentar probablemente hace falta cierta forma Estado, no el que conocemos y no bajo el mandato de quienes, básicamente, no hacen más que reproducir las condiciones de desigualdad iniciales.

      1. Yo creo que los de la postura normativa no acaban de entender bien la esencia de las redes. O de las redes distribuidas. Intuyo. Es el propio hecho de que se convierte al conocimiento en materia común (es decir, una mina de oro para cada persona, que puede excavar sin límite) junto a la autonomía (empoderamiento) de las telecomunicaciones y las herramientas de software libre (parte de ese conocimiento «mina de oro») lo que generan la «redistribución» a la que aspiran. Es decir, esto no iría de una reedición socialdemócrata en la que vía impuestos tomo del rico para dar al pobre. Va de eliminar monopolios (comerciales o legales, como sucede con la apropiación del estado por partidos y sindicatos que bloquean la competencia de otras organizaciones por mecanismos legales por supuesto muy democráticos)para que todo el mundo se enfrente a su propio mérito. Es decir, por poner ejemplos de mis temáticas, se trata de suprimir la necesidad de licencias para emitir vídeo vía espectro para que todo el mundo no tenga más remedio que ir por la red y haya igualdad de condiciones para conseguir clientes, espectadores o lo que sea la finalidad del proyecto. A partir de ahí, que cada uno resuelva su circunstancia. Si lo asocias al fin o reducción de la desproporción de los derechos sobre los contenidos (vamos la extensión al máximo del dominio público), la redistribución de poder y opciones se ha realizado por sí misma: los precios bajarán y la capacidad de producir más y por más ha aumentado.

        1. Lo de los impuestos voy a hacer como que no lo he leído 😉

          «[…]que todo el mundo se enfrente a su propio mérito […] se trata de suprimir la necesidad de licencias para emitir vídeo vía espectro para que todo el mundo no tenga más remedio que ir por la red y haya igualdad de condiciones para conseguir clientes, espectadores o lo que sea la finalidad del proyecto. A partir de ahí, que cada uno resuelva su circunstancia»

          el problema es que nunca hay igualdad de condiciones previas, ese es un dogma neoliberal con poca (o nula) base empírica. esa modélica igualdad no existe ni dentro ni fuera de internet.

          ese discurso también es el de Google y el de la mistificación de las empresas de Silicon Valley: si tienes una idea buena y trabajas, triunfarás, da igual lo pequeño que seas. la realidad, por suerte o por desgracia, no es tan sencilla. muchas tecnologías mejores que las actuales fueron sepultadas por circunstancias ajenas a su calidad o la satisfacción de los clientes con éstas (los Betamax son el ejemplo recurrente).

          ¿el problema en la actualidad son los monopolios? ¿en todos los ámbitos y paises o hablamos sólo de España? porque el problema que tenemos en este país (por poner dos ejemplos claros y contundentes) con la burbuja inmobiliaria o con productos como las preferentes no vienen de la existencia de ningún monopolio. son la consecuencia directa de sucesivas liberalizaciones y desregulaciones, de nuevas expresiones del laissez-faire, que es lo que planteas para las licencias para emitir vídeo.

          a nivel internacional: ¿el problema de las empresas para entrar en China son los monopolios, o que las empresas de ahí saquean sin miramientos cualquier propiedad industrial, al igual que hizo EEUU al conseguir la independencia? ¿que China saquee propiedad industrial con una total desregulación de facto es beneficioso o perjudicial? ¿y para quién?

          el darwinismo social creo que no es una buena alternativa para absolutamente nada… ah, y recuerdo de nuevo las toneladas de dinero público en los proyectos de software libre. ¿que hubiese dinero para Linex (Extremadura) estuvo bien o mal, por ejemplo?

          ah, tampoco tengo nada claro que el «fin o reducción de la desproporción de los derechos sobre los contenidos» genere precios más bajos. ya no se paga canon digital y no han bajado los soportes, ¿por qué va a pasar algo diferente en los productos culturales?

          recordatorio: en la Revolución Francesa se abolió la propiedad intelectual. ¿resultado? la industria cultural colapsó. y es que… las desregulaciones no suelen funcionar muy bien, más bien sucede al contrario.

  2. ¿Procesos de convergencia entre posturas liberales y libertarias o procesos constituyentes que partan de una repolitización de las instituciones públicas?

    Empiezo por la segunda parte de la pregunta. Las instituciones públicas, así como el desmontaje de los servicios públicos debido a los dogmas neoliberales, son profundamente políticas. A lo mejor habría que hablar de como realizar políticas más justas y redistributivas desde las instituciones públicas.

    Y la convergencia entre posturas liberales y libertarias tiene ya un cierto recorrido. Esta convergencia pintorescta en un país donde el anarcosindicalismo ha sido (y es hegemónico) en el mundo libertario ve con bastante perplejidad muchos de los discursos de Anonymous, Wikileaks, los diferentes Partidos Pirata y hacktivistas con discursos indistinguibles (esto no es irónico) de la Confederación Española de Jóvenes empresarios.

    Ya que se ha convertido en un best-seller la biografía de Steve Jobs hay que contrarrestrar difundiendo de nuevo el magnífico texto de La Ideología Californiana
    http://info.nodo50.org/La-Ideologia-Californiana.html

    ¿Los commons como modelo organizativo que en su puesta en práctica produzca cambios incrementales o los commons como hipótesis política para producir un profundo cambio en las relaciones de poder?

    Bauwens lleva mucho tiempo dándole vueltas a cómo plantear con rigor el ver los commons «como modelo organizativo», y en realidad no hace más que reformular viejas cuestiones, peer-to-peer mediante. Luego están ya los subproductos habituales de diletantes despistados: propuestas de Wikipartidos, Wikiconstituciones etc.

    Cuando se plantea lo de los «commons como hipótesis política» me llevo también la impresión que (también) estamos ante una reformulación de lo que ya habló Polanyi cuando escribía sobre mercancías ficticias. En definitiva, no puedo dejar de pensar que estamos tratando problemas muy antiguos (e importantes) pero con una fraseología nueva, y adjudicando al movimiento de software libre y sus derivados unas cualidades y una ideología que en realidad no tiene.

    ¿Los commons como negacionismo de la forma Estado o los commons como posible vía para rearticular lo público-estatal?

    Que se hable de negacionismo de la forma-estado con las toneladas de dinero público (via Academia) que han ido a parar al movimiento de software libre y al copyleft es algo bastante divertido, por ser suaves, que este es un blog-amigo. Por estos lares quien más habla de procomún es un funcionario como Antonio Lafuente (y habla del estado como «instrumento demasiado torpe, burocrático y homogeneizador»), y las subvenciones a muchas de las actividades relacionadas con la cultura libre en sentido amplio son subvencionadas. No voy a entrar en quien tendría legitimidad aquí para asumir discursos anti-estatales mínimamente serios, el copyleft y la cultura libre en España desde luego no, por mucho que se recuperen citas de John Perry Barlow.

    Hablar de rearticular lo público-estatal es algo tan vago como hablar de la repolitización de las instituciones públicas. Vamos a hablar mejor de cómo deben distribuirse los costos y beneficios sociales, así como los costos y beneficios del capital.

    Vamos a analizar por qué el nuevo capitalismo utiliza para legitimarse los discursos de la cultura libre, ya que el modelo de negocio de Google necesita de formas más flexibles de copyright (Google News o Youtube serían paradigmáticos al respecto).

    Vamos a hablar mejor de como rearticular instancias colectivas de lucha y de repolitización de las redes. La interacción con los commons (por ejemplo, via intercambio masivo de productos culturales) no genera absolutamente ninguna conciencia política, como bien apunta Morozov en «El desengaño de internet».

    Un placer intervenir por aquí.
    Saludos.

  3. «Esta convergencia pintorescta en un país donde el anarcosindicalismo ha sido (y es hegemónico) en el mundo libertario ve con bastante perplejidad muchos de los discursos de Anonymous, Wikileaks, los diferentes Partidos Pirata y hacktivistas con discursos indistinguibles (esto no es irónico) de la Confederación Española de Jóvenes empresarios.»

    Lógico: ha escrito anarco.. sindicalismo. En el piratismo español, sin embargho, hay muy poca consistencia intelectual, debe decirse.

    1. Gonzalo, con qué fundamento afirmas que en el piratismo español hay muy poca consistencia intelectual?.. de hecho, hay un piratismo español?.. el piratismo, casi por definición, no pasa bastante de estados?.. Pero quizás no hablamos de lo mismo.

  4. DGA, entras suave pero siempre provocador 😉 La verdad es que en gran parte estoy de acuerdo con lo que comentas (más allá de cuestiones personales como las de Antonio que, sinceramente, no capto). Lo de viejos temas y nuevos lenguajes, ni veo que el lenguaje sea tan nuevo (¿los commons?) ni que eso sea un problema siempre que, claro, no se haga con la absurda picardía de omitir conceptos o expresiones que son políticamente «incómodas». No creo que sea el caso.

    Entrando un poco en materia, creo que para la cuestión de los commons inmateriales, es muy sugerente la propuesta de Dmytri Kleiner que ya hemos comentado en alguna ocasión: Venture Communism y Copyfarleft (ahí tienes dos palabros nuevos más!) http://telekommunisten.net/the-telekommunist-manifesto

    Más allá de lo estrictamente expuesto por movimientos de cultura libre, software libre, etc. en la sesión también se relataron otras experiencias como las de la economía social y cooperativa o las posibles formas de articular las instituciones democráticas con los commons –insisto, no entendidos como «modelo organizativo» sino como mecanismos de reapropiación y que dotan de autonomía a la ciudadanía– Creo que es importante poder articular todo esto y, como comento en mi charla, bien la P2P Foundation, la Cooperativa Integral Catalana, la Sociedad cooperativa de las indias o la Fundación de los comunes están poniendo sobre la mesa diferentes vías de experimentación política. Es oportuna la crítica a la cultura libre que comentas pero tal vez nos puede llevar a mirar de manera sesgada lo que está pasando así como a obviar la perspectica sistémica de esas experiencias federadas. (y un placer tenerte por aquí)

    1. Yo de todas formas, creo que identificar con una asociación de empresarios la cuestión no conduce a nada bueno. Porque, a priori, parece una condena del comercio. Y, si es así, yo estaré enfrente: comerciar y producir es la cuestión, y tengo derecho a intentarlo y a «triunfar» con ello, porque es lo que conlleva la mejora de la productividad que da lugar a la prosperidad y la autonomía personal. La cuestión reside en el empresariado monopolista (ese «crony capitalism»), el que cierra el mercado a través de mecanismos de protección como patentes o por apropiación de los gobiernos: nada como la regulacion audiovisual como ejemplo paradigmático de esto.

  5. Hola, lo que contais tiene ya sus añitos ¿no? Por si teneis curiosidad os he subido a un pinterest un par de documentos del antiguo y ya desaparecido commonist party. Tengo más por ahí porque como a vosotros me gusta la parafernalia antigua. Cuando tenga tiempo ya subiré más.

  6. El New York Times habla hoy sobre la creación de internet. Presuntamente, se duda si fueron los gobiernos o las empresas pero el articulista lo resuelve dicendo que fueron en realidad los peer networks que compartieron información. El artículo en cuestión cuenta que

    «What sounds on the face of it like the most utopian of collectivist fantasies — millions of people sharing their ideas with no ownership claims — turns out to have made possible the communications infrastructure of our age. It’s not enough to say that peer networks are an interesting alternative to states and markets. The state and the market are now fundamentally dependent on peer networks in ways that would have been unthinkable just 20 years ago.»

    Estoy seguro que esas peer networks no son exactamente ese concepto de commons que aquí dentro se intenta cincelar hasta el más minimo detalle mientras ahí fuera la historia, ingrata ella, sigue su curso sin dejarse atrapar por ningún pensador (de hecho, se los terminará tragando a todos, como siempre) pero diría que se le parecen bastante. Hoy en día no solo hay enormes cantidades de recursos puestos en común a través de instituciones como la seguridad social o la educación sino que los mejores adelantos técnicos que tenemos son, también a su manera, «commons».

    Mientras ustedes discuten y piensan entonces, la sociedad se les ha adelantado por todas partes pero no deja de haber algo realmente muy hermoso en lo que hacen. Sin pensadores de la política dispuestos a ofrecerse como carne para ser consumida por esa historia, sin científicos dispuestos a ser enterrados para siempre por aquello de que la ciencia avanza «one funeral at a time», sin artistas listos para pasar a la posteridad como objeto de curiosidad arqueológica… en definitiva, sin hogueras compitiendo por darse luz unas a otras, las palabras de Novalis «… decir sí a la noche surcada de fulgores y no contentarse con describir el no de la luz que nos ciega» dejarían de tener sentido.

  7. un artículo de Bernardo Gutiérrez en el diario.es sobre un tema que ha aparecido en los comentarios: Si la democracia funcionase como Wikipedia

    He añadido un comentario que redunda en lo ya dicho aquí:

    «Bernardo, hay mucho escrito sobre «meritocracia» y política. El propio John Rawls –que aportó muchas ideas a la filosofía política liberal– o muchos de sus críticos , como Michael Sandel, hablan de si acaso la meritocracia es un criterio justo para establecer rangos sociales o incrementar el valor de los argumentos de unos sobre el de los otros y otras. La meritocracia se ha puesto una y otra vez en crisis, sea en la red o sea en las aulas, sería interesante que lo miraras (igual ya lo conoces y tienes argumentos para dudar sobre esas críticas). Más allá de eso, el tema es que, curiosamente, la arquitectura de la red se parece cada vez más a la arquitectura del territorio global y no al revés. No hace falta imaginar demasiado: concentración de poder, oligopolios y lobbys que actúan para movilizar unas u otras leyes, asalto a derechos fundamentales de la ciudadanía, explotación de la fuerza de trabajo (gratuita, «voluntaria»..), depredación de los recursos comunes (naturales y culturales), etc. Temo que esa utopía tecnoliberal se parezca mucho a la utopía anarcoliberal que ya conocemos, dando por hecho una equidad y horizontalidad inexistentes.

    En serio me gustaría pensar que es así, que la red es una tábula rasa y que tan solo hace falta una arquitectura tecnológica con unos protocolos «justos» para desarrollar un modelo con un grado de calidad democrática mucho mayor. Pero me temo que esto es obviar los desequilibrios, malversaciones y la concentración de poderes que genera el que es el verdadero problema que parece cuesta nombrar: el capitalismo. El mismo modelo que los anarcoliberales dan por bueno y que, entiendo, no lo tomas como algo dado e incuestionable.»

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